Sugerencias para dejar la masturbación

 En lo referente a los actos sexuales indebidos, hay algunos que son relativamente fáciles de evitar. Si uno no quiere tener relaciones sexuales, simplemente se aleja de los ambientes donde estas pueden darse, como fiestas con alcohol, ver netflix a solas con alguien que te provoca, etc. Esto es porque para cometer un acto de ese tipo se necesitan dos personas, pero hay otros que son más difíciles de evitar, porque se necesita una sola persona y un poco de tiempo libre: la masturbación y la pornografía.

Estos vicios, en la actualidad, se han vuelto una epidemia. Difícilmente se encuentra algún joven que no haya sido expuesto a la pornografía. Afectan tanto a hombres como mujeres, homosexuales y heterosexuales. 

Un número considerable de seguidores me ha escrito pidiéndome recomendaciones para controlar estos vicios. Si bien no existe una receta mágica que funcione para todos, hay algunas cosas que uno puede hacer para superarlo. Desde mi experiencia personal, estas son las cosas que más pueden servir:

1. Mantenerse ocupado

Una mente ocupada no tiene tiempo para tejer fantasías sexuales. Alguien que tiene asuntos en qué pensar, problemas que resolver, metas que alcanzar, etc., tiene menos tiempo y menos interés en buscar el placer sexual.

2. Realizar ejercicio

Tanto en el hombre como en otras especies animales, el líbido aumenta cuando hay energías y salud de sobra. Bueno, la salud nunca está de sobra, pero las energías sí. Gastar ese excedente de energía trae bastantes beneficios para la salud; la actividad física previene el sobrepeso, la obesidad, problemas cardiovasculares, etc., pero tiene un beneficio añadido para quienes buscan superar el vicio de la masturbación: el ejercicio disminuye enormemente las ganas de masturbarse no sólo por el agotamiento de energía que produce, sino porque también induce la liberación de endorfinas que dan sensación de bienestar. 

Hay pruebas científicas de que el ejercicio reduce la depresión y la ansiedad, y esto se debe a las endorfinas que el cuerpo libera. Esto tiene triple beneficio para dejar la masturbación; por una parte, la sensación de gratificación que produce una sesión de ejercicio intensa es, en mi experiencia mucho mejor y mucho más duradera que la efímera tranquilidad que produce la masturbación; en segundo lugar, esa sensación de bienestar disminuye la ansiedad y la depresión, que son detonantes de la búsqueda del autoplacer; y finalmente, el agotamiento hace que las ganas de tocarse disminuyan. Uno de mis conocidos que puso esto en práctica me dijo que para él, el ejercicio sirvió como "terapia de sustitución" de la masturbación.

A su vez, el dejar la masturbación hace que mejore el rendimiento en el ejercicio. Numerosos hombres refieren que al dejar de masturbarse tienen más energía y levantan más peso en sus rutinas, y que el progreso es mayor.

 Si tú lector estas en esa situación, haz la prueba: la calistenia, las pesas, el gimnasio, el crossfit o incluso la natación, son cosas que pueden mejorar tu vida de forma grandiosa.

3. Aléjate de las pantallas

Si bien para la masturbación no se necesita tener algún estimulante visual, la realidad es que casi todos aquellos que la realizan lo hacen viendo imágenes o videos pornográficos. El teléfono celular, seguido de la computadora, son los medios más utilizados para acceder a este tipo de contenido. Por eso, hay que poner distancia. Si tienes guardados videos o imágenes pornográficas en tu celular o computadora, bórralos; si tienes alguna suscripción a algún sitio web, cancélala; si sigues en tus redes sociales gente que comparta material pornográfico o fotos sin modestia, deja de seguirlo. Si tu hora favorita para tocarte es en la noche, apaga tu celular o tu computadora antes de encerrarte a dormir. Si lo haces cuando vas al baño, no lleves el celular contigo cuando vas al baño. Si es posible, apaga el internet durante la noche. Haz que el sueño te llegue orando o leyendo, no provocándote orgasmos. Esto te traerá además el beneficio de tener mayor tiempo y mayor calidad de sueño.

4. Busca algún pasatiempo interesante

Aprender algún idioma, practicar algún deporte, algún juego de mesa, leer, tocar un instrumento musical, etc. Usa tu tiempo libre en eso, enfoca tu interés y tu energía en estas cosas. Entre menos tiempor libre tengas, menos cosas malas harás.

5. Ejercita tu voluntad

Es difícil negarle a tu cuerpo placeres grandes si no comienzas negándole cosas pequeñas. Hay pequeños actos y renuncias que pueden ayudarte con esta parte: tomar agua natural en lugar de agua saborizada, comer sin quejarte cosas que no te gustan, renunciar a ese bocadillo durante el mediodía o la media tarde, hacer algún ayuno de vez en cuando, no hacer gastos inútiles, ser puntual para no hacer esperar a los demás, escoger los peores sitios en las reuniones, dejar hablar a los demás cuando estás deseando hablar tú, no discutir aunque se tenga la razón si la cosa no es importante, sonreír amablemente aunque no tengas ganas, evitar ruidos que molestan a los demás, escoger para sí mismo lo peor, cuando esto sea posible, terminar bien lo que se está haciendo, etc. 

6. Evita contenido multimedia perversor o que te haga evocar malos recuerdos

La música, el cine, las series, incluso la literatura, tiene abundancia de material que exalta e invita a la lujuria. Si quieres vencer, debes dejar atrás estas cosas, que pueden ser una serie llena de temas sexuales, música que hable de sexo, películas que normalicen los actos impúdicos y el sexo fuera del matrimonio, etc. También pueden existir canciones, imágenes o escenas que te hagan recordar algún momento de caída y revivan en ti el deseo; por ejemplo, yo tenía asociada una canción con una persona que constantemente me tentaba debido a que a él le gustaba esa canción, y por ello consideré necesario dejar de escucharla para no recordarlo ni tener fantasías

7. Aléjate de malas amistades

Hay personas que son para uno ocasión de pecado. Estas pueden ser aquellas que en sus conversaciones gusten de temas impúdicos o chistes rojos, o bien que vayan más allá y te muestren contenido pornográfico o compartan pornografía en redes sociales y grupos de chat. En lo posible, aléjate de esas personas, y si no es posible alejarse, debes ser claro y tajante y expresar que te molesta que te hablen de esos temas o que te compartan materiales vergonzosos.

8. Controla tu estado psicológico

Para muchos, el deseo de tener sexo o de masturbarse surge en situaciones de estrés, ansiedad o depresión, como una forma de olvidarse temporalmente del problema, tal como sucede con los alcohólicos. Si tienes algunas situación parecida, identifica el estado mental en que recurres a la masturbación. Trata de buscar otros medios para afrontarlos. Es altamente recomendable acudir con un terapeuta para superar estos problemas desde su origen.

 

    Todas las acciones anteriores son de gran ayuda. Sin embargo, todo esfuerzo secular, si no va ligado a la ayuda de Dios, da resultados únicamente temporales y pasajeros, o bien es completamente ineficaz. Recuerda que en nosotros llevamos, por generación, la inclinación al pecado, producto de  la caída de Adán y Eva, pero también existe la Gracia Santificante, mediante la cual Dios nos ayuda a superar las tentaciones y nos mueve a buscar lo que es bueno y perfecto, rechazando lo que es malo. Por eso, las prácticas anteriores las debes unir a las siguientes:

1. Confesión

La Gracia recibida con el bautismo se pierde con el pecado mortal, por eso, Dios dejó a sus apóstoles el poder de perdonar los pecados (Jn 20, 23) y estos a s vez transmitieron ese don a los presbíteros. Es muy aconsejable que hagas una confesión bien hecha con sus 5 pasos: examen de conciencia, dolor de los pecados, propósito de enmienda, decir los pecados al confesor y cumplir con la penitencia. 

Muchos pueden decir: "no me confieso porque sé que soy débil y tengo miedo de caer después". No es lo mismo tener miedo de caer, lo cual es natural, que no tener propósito de enmendarte. Todos tenemos miedo de caer después de la confesión, pero lo que no debe faltar es la intención de no hacerlo, para que la confesión sea efectiva y válida.

También es normal que sientas miedo y vergüenza de confesar tus pecados. El enemigo te quita la vergüenza para pecar, pero te la devuelve para que no confieses tu pecado y no sea perdonado. No temas, los presbíteros de la Iglesia católica han escuchado a pecadores peores que tú, y saben que el confesionario es el lugar del perdón y no del regaño, y de forma general te tratarán bien y te darán algunas recomendaciones para tu caso en particular.

Otra cosa muy importante: la confesión tiene poder de devolverte la Gracia cuando has caído, pero si sientes que por algún tiempo has estado sufriendo las tentaciones y estás a punto de caer, confiésate antes de pecar, verás que también tiene un efecto preventivo. Uno de mis seguidores de twitter me dijo: "después de seguirte, leer tus tweets y platicar contigo, volví a confesarme después de muchos años, y no tienes idea de lo bien que me siento; estoy aliviado, ya no siento ninguna carga, me siento alegre y feliz, y hasta se me han ido las ganas de volver a pecar".

2. Comunión

Después de confesarte, puedes acercarte a comulgar. La comunión se recibe cuando uno está sin pecado mortal. Los pecados veniales (faltas en materia no grave) no impiden comulgar, pues se perdonan durante el acto de contrición; sin embargo, es recomendable que evites este tipo de pecados en la medida posible, pues predisponen al pecado mortal, y que también los confieses.

Jesús dijo: "Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo". (Jn 6, 51) La Santa Eucaristía es sustancialmente el Cuerpo y la Sangre de Cristo bajo las especies de pan y vino. Aunque pueda haber gente incrédula que diga que son sólo símbolos, Jesús lo remarcó claramente: "mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida" (Jn 6, 55), en respuesta a los judíos que no creyeron y se fueron, pero sus discípulos creyeron y se quedaron; nosotros deseamos ser como esos discípulos, y por eso creemos. 

Recibir la comunión tan frecuentemente como sea posible te aumenta la gracia y te aleja del pecado. Haz la prueba, verás que es mucho más fácil vencer la tentación cuando estás en Gracia y recibes la comunión.

3. Oración

Por medio de la lectura de la Biblia, Dios te habla a ti, pero con la oración tú hablas a Dios. Hay santos que dicen que uno cae en pecado cuando deja la oración. Cuando vayas a orar, escoge un momento donde puedas estar a solas con Dios, en tu habitación, en una iglesia o en otro lugar propicio, y habla con tus propias palabras a Dios, como a un Padre que es. Él conoce tus secretos, así que puedes sentirte a confianza de decirle todas tus angustias y todos tus deseos. Dile que quieres seguir sus mandamientos, pero que te cuesta vencer las tentaciones, y pídele su ayuda. Nunca te olvides de darle gracias después de pedirle. Sé perseverante, las cosas grandes no se hacen en un día, y si no ves efectos inmediatamente, los verás después.

Si te cuesta trabajo orar con tus propias palabras, puedes usar oraciones formuladas y oración contemplativa como el Rosario, la Coronilla de la Divina Misericordia, o recurrir a un libro con oraciones formuladas, los cuales abundan en las librerías católicas. Lo importante es estar en oración.

4. Lectura de la Biblia

Ya mencioné que mediante la oración tú le hablas a Dios, pero mediante la lectura de la Biblia, Él te habla a ti. Para leer la Biblia, debes pedir primeramente la guía del Espíritu Santo, para poder comprender; si algo te resulta confuso, debes tomar en cuenta el contexto y otros textos de la Biblia que hablen sobre el tema, y acudir a la tradición oral de la Iglesia, que proporciona el contexto para entender las Sagradas Escrituras de la misma forma que las entendieron los primeros cristianos. Las Biblias católicas, como la Biblia de Jerusalén, la Biblia platense (de Mons. Straubinger), la Biblia de  Navarra, la Nácar Colunga, etc., cuentan con numerosos comentarios al pie de página e introducciones que aclaran el texto, y con unos números en el borde de la página que remiten a otros textos bíblicos relacionados con lo que vas leyendo. Hay también una colección llamada "Catena Aurea", disponible en Apple Store y Google Play, que recoge los comentarios de los padres de la Iglesia, como San Agustín, San Atanasio, etc., sobre los textos bíblicos.

Si nunca has leído la Biblia, se recomienda que comiences por el Nuevo Testamento; algunos recomiendan empezar por los Evangelios en el orden que están escritos, otros recomiendan comenzar por las cartas de San Juan y después por el resto del Nuevo Testamento; después, puedes leer el Antiguo Testamento, teniendo ya una base para entenderlo.

5. Práctica de alguna devoción particular

Para mantenerte espiritualmente activo, los santos de la Iglesia han propuesto diversos métodos, llamados devociones, con cuyas prácticas te vas a mantener en buen ritmo espiritual. Una de ellas, que me ha gustado mucho, es la llamada Consagración total de sí mismo a Jesucristo, la sabiduría encarnada, por medio de María", propuesta por San Luis María Grignon de Montfort, y que consta de 33 días de preparación (algunos lo hacen en 9 meses), mediante los cuales primero te separas del espíritu del mundo, luego buscas el conocimiento de ti mismo, el conocimiento de María y el conocimiento de Jesucristo; en estos días de preparación debes hacer oraciones, leer ciertos pasajes de la Biblia y meditar en el día sobre un tema específico; al concluir, y en alguna fiesta mariana, te consagras a Jesucristo frente al Sagrario, en la presencia de un sacerdote, y firmas un documento de tu consagración; anualmente debes repetir el procedimiento y durante el año seguir ciertas prácticas recomendadas por San Luis en su "Tratado de la verdadera devoción", entre las cuales están llevar una cadena de metal no precioso, la cual te debe recordar cuando la veas que voluntariamente te has liberado de las cadenas del pecado y te has puesto la cadena de esclavo de Jesucristo por medio de María; esta práctica en particular ha tenido un gran efecto para mí, pues en momentos que he estado dispuesto a pecar, he visto la cadena, recordado su significado, y después me he sentido incapaz de hacerlo.

 

    Algunas personas me han escrito por twitter diciéndome que han dejado de ver pornografía y de masturbarse, pero que se sienten asediados por las tentaciones, las cuales sobrevienen hasta en los sueños. Ante todo, debemos tener en cuenta que no hay una fórmula mágica con la cual uno se olvide completamente de las tentaciones de la carne y deje de tener deseos. Tomás de Kempis, en "Imitación de Cristo", dice: "Yo no quiero que busques una paz sin tentaciones ni penas ni adversidades. No, sino una paz en la cual, a pesar de sufrir muchas tribulaciones y verte sometido a muchas pruebas y contrariedades, conserves la tranquiliad." Y Leo Trese dice: "No hay virtud auténtica ni bondad verdadera sin esfuerzo. Una persona que jamás sufriera tentaciones no podría llamarse virtuosa en el sentido ordinario de la palabra."

El padre Jorge Loring, en su libro "Para Salvarte" da estos 6 consejos para vencer las tentaciones:

- No perder la calma: estar seguros de que todas las tentaciones pueden vencerse con la Gracia de Dios.

- Acuérdate de que sólo la vuluntad puede pecar, y por lo tanto, mantenla inflexible.

- Encomiéndate a Dios y a la Virgen Inmaculada, que jamás abandonan a los que acuden a ellos.

- Desembarázate de la ocasión de pecado cuanto antes. Si hubo victoria, da gracias a Dios; si hubo caída, arrepiéntete y aprovecha la lección para otra vez.

- Después de cada caída, haz un acto de contrición, confiésate y ofrece en reparación una mortificación que te cueste.

- No vuelvas a pensar en la tentación, mantente ocupado en algo más.

Para tu tranquilidad, dice San Pablo que Dios jamás permite que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas. San Agustín y el Concilio de Trento lo repiten: "Dios no pide a nadie cosas imposibles, sino que hagas lo que puedas, y pidas lo que puedas, que Él te ayudará para que puedas".

Cuando tengas un sueño erótico, no pierdas la calma ni entres en pánico, a mí me pasan de vez en cuando. Recuerda que es falso que el esperma se acumule y haga daño, el cuerpo lo desintegra y lo reabsorbe, y otra parte es desechada de forma fisiológica mediante las poluciones nocturnas. El mismo Padre Loring dice que lo que ocurre en sueños no es pecado, porque para que haya pecado se necesitan 3 cosas: pleno conocimiento de que el acto es pecado, pleno consentimiento de hacerlo y que sea materia grave. En un sueño no hay consentimiento, porque sólo la voluntad puede dar consentimiento, pero los sueños son involuntarios.

Cuando tengas un sueño de este tipo, no te asustes. Límpiate si es necesario, y después evita estar recordando las imágenes que soñaste o las sensaciones que tuviste para que no vayas a volver a la masturbación.



Pon en práctica los consejos anteriores, verás que pronto o después vencerás. Si tienes alguna duda o deseas consultar una situación en particular, escríbeme mensaje directo en Twitter, soy @AdolfoKastillon. Tus comentarios, dudas y sugerencias servirán para mejorar esta entrada. ¡Dios te bendiga!

Comentarios

  1. ¡Qué excepcional y magnífico texto! Dios te recompense en bendiciones por todo el bien que haces, Adolfo.

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  2. Excelente, Dios te bendiga abundantemente.

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  3. Gracias por tu tiempo y esfuerzo en este útil artículo, Adolfo.

    Dios te bendiga.

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  4. Buenas tardes! Escribo desde Argentina,soy un joven de 32 años,la verdad que vivo atado a ésto, la verdad que me siento muy angustiado por eso,me confieso y otro vez lo mismo... gracias por crear este blog...me ayudara!

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    1. Cuesta hermano porque ya se ha transformado en vicio, nunca te des por vencido, es una lucha diaria y de por vida pero poco a poco con la ayuda de Dios iras superando , sigue los consejos q pone Adolfo y trata de no bajar la guardia y si caes , levantate inmediatamente y ve a confesar y comulga , la Gracia del Señor te fortalecera . Yo agregaria : Consagrate a Maria, reza el Santo Rosario diario si puedes y ve hacer Adoracion semanal de ser posible apuntandote en alguna Capilla de Adoracion perpetua , obligate !! Hasta q pase a ser una necesidad . Y evalua porque caiste ? Que te dio la oportunidad ? Tienes q estar mas atento .Recuerda como San Pablo que le pedia al Señor q le quitara un aguijon y El le decia mi Gracia te basta.

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